1768 – 1797
CHINA
En la antigua China, había una joven con muchas dotes; a ella le encantaban las matemáticas, las ciencias, la geografía, la medicina e incluso la poesía. Era también una gran artista marcial, dentro de muchas cualidades que poseía. Wang amaba especialmente la Astronomía.
En la época en que ella vivió, muchos de los conceptos astronómicos no se conocían, y tampoco se sabían por qué ocurrían. Fenómenos como los eclipses lunares, eclipses solares, procesión del equinoccio, la longitud de las estrellas…
Gracias a Wang, sabemos esos conceptos. Observaba, se instruía y realizaba simples experimentos, que clarificaban las teorías. Uno de sus modelos fue utilizando una mesa redonda como la Tierra, una lámpara colgada era el Sol y un espejo de forma circular en el borde de la mesa, representaba la Luna. Con este modelo creó el eclipse lunar.
Fue notable todo el conocimiento que ella adquirió, y lo hizo gran parte, en forma autodidacta. Viajó mucho por distintas circunstancias familiares, al lado de su padre. Devoró en su adolescencia más de 75 libros de la colección de su abuelo fallecido, quien la incentivó en las ciencias de astronomía, y su abuela en la poesía.
A los 18 años se dedicó a estudiar con mayor profundidad la astronomía y las matemáticas, como también a escribir poesías.
También fue profesora y murió joven, a los 29 años. Una amiga de ella fue la heredera de todos sus trabajos y manuscritos, y se los entregó a un erudito de la época, quien recopiló el gran aporte de Wang y lo convirtió en el libro “Simples Principios de Cálculo” (“Shusuan Jiancun”)
El año 2004, un cráter descubierto en Venus lleva el nombre de esta notable mujer.
Referencias:
– Cuento de buenas noches para niñas rebeldes, Elena Favila y Francesca Cavallo
– Women Scientists in Astronomy and Space. Superwomen in STEM, Nancy Dickmann
– Referencia de fotografías y texto: https://mujeresconciencia.com/2018/01/04/universo-wang-zhenyi/
Ilustración de Wang Zhenyi